Las curvas de la innovación
Los avances en la tecnología de fabricación en madera laminada multiplican las posibilidades creativas de la arquitectura.
Es muy probable que si nos invitan a pensar en vigas pensemos en líneas rectas. Sin embargo, en la actualidad las posibilidades de la madera laminada encolada o glulam, como se conoce este producto en inglés (apócope de Glued Laminated Timber) permiten a los arquitectos dejar volar su imaginación más allá de los límites marcados por las formas de fabricación tradicionales.
Actualmente es posible encargar y crear vigas curvadas o vigas cilíndricas a medida. Un aumento de las posibilidades creativas y funcionales de las vigas laminadas de roble que, además, se presenta con el valor añadido de apoyar más que nunca los proyectos de arquitectura sostenible.
Vigas curvadas de roble
Dos alemanes, Michael Thonet y Otto Hetzer, fueron los pioneros de la madera curvada. El primero, célebre por sus sillas Thonet, en 1841 fue el primero en patentar un método para curvar la madera mediante calor. Hetzer, por su parte, puede ser considerado el creador de la madera laminada. En 1906 patentó, de hecho, las primeras vigas curvas de madera laminada.
La técnica de producción de la madera laminada ha evolucionado hasta hoy, donde la apuesta por la innovación por parte de fabricantes como Grupo Gámiz sigue aportando soluciones a los creadores, en especial en los ámbitos del diseño y de la sostenibilidad.
Vigas cilíndricas de roble
La curva de las vigas laminadas de roble puede ser longitudinal o total. La creación de pilares cilíndricos o columnas de madera laminada ad hoc es un recurso cada vez más utilizado por los arquitectos, que buscan la resistencia, la belleza y la versatilidad en sus proyectos de rehabilitación u obra nueva.
Escaleras, fachadas, muros cortina de madera, vigas curvadas de gran tamaño o vigas curvas para interiorismo o decoración son algunas de las propuestas que se pueden lograr utilizando las vigas laminadas de roble.
En Grupo Gámiz es posible encargar a medida vigas curvadas y cilíndricas, las cuales, aunque no poseen el marcado CE para uso estructural (algo que sí disfrutan sus hermanas rectas VIGAM) son capaces de aportar funcionalidad y decoración a multitud de proyectos con madera que busquen alternativas de diseño originales y sostenibles.