El vino y el roble, inseparables
Esta noble madera, además de ayudar a envejecer al vino, sustenta con funcionalidad y elegancia algunas de las mejores bodegas del mundo.
Cualquier aficionado sabe que el envejecimiento habitual del vino se realiza en barricas de roble (francés o americano). Sin embargo, esta parte fundamental del arte de producir vino surgió por casualidad. Los romanos, que almacenaban el vino en ánforas de barro, al llegar a la Galia descubrieron que los contemporáneos de Astérix y Obélix preferían hacerlo en toneles de madera de roble. Los romanos, reyes del mundo por entonces, convirtieron esa especialidad gala (basada en su maestría al curvar la madera) en un estándar, pues esa forma de almacenaje contribuía a la rapidez y al ahorro: los toneles se podían rodar para transportarlos y no se rompían.
Un día, pasados los años, alguien cayó en la cuenta de que el vino que pasaba cierto tiempo en estas barricas de roble sabía mejor. Había nacido la enología. Esto demuestra que posiblemente las dos cosas más importantes que impulsan el progreso sean la creatividad y la suerte. Hay una tercera que hace más productiva las otras dos: el trabajo diario, la dedicación, la pasión. Solo así es posible innovar y fomentar conceptos como la arquitectura sostenible. Diseñar y construir respetando el medioambiente.
VIGAM: el aroma de roble lo cubre todo
El roble tiene una clase especial. La resistencia y belleza de esta madera única sella proyectos de arquitectura con ambiciones de permanencia y elegancia. La cultura del vino no es una excepción. Los arquitectos más reputados están consolidando la imagen de exquisitez y gusto por el trabajo bien hecho, de amor por los detalles, que transmite la industria vinícola.
Las legendarias bodegas de Vega Sicilia, por ejemplo, con denominación de origen Ribera del Duero, cubren sus naves de producción con hermosas cubiertas de roble hechas con VIGAM, la única viga laminada de roble del mundo con marcado CE estructural. Belleza, resistencia y estabilidad están aseguradas. Y el aroma de roble se disfruta por doquier en cada uno de sus rincones.
La arquitectura sostenible también es innovadora
Muchos otros proyectos de bodegas a lo largo y ancho del mundo son ejemplos de innovación en la arquitectura. Frank Gehry, Norman Foster, o Renzo Piano son grandes arquitectos que se han dejado conquistar por las posibilidades de diseño y creatividad de una cultura, que, al igual que la arquitectura, siempre mira al futuro con creatividad y sostenibilidad.
Como demuestran las cubiertas de esta bodega, los proyectos hechos con VIGAM logran resultados estéticos espectaculares gracias a su capacidad de innovación en arquitectura y construcción. En este sentido, las vigas VIGAM son ideales para la creación de un muro cortina de madera ecológico, es decir, la edificación de fachadas ligeras de madera cien por cien sostenibles.