5 ventajas del muro de cortina de madera
La arquitectura busca soluciones sostenibles para seguir evolucionando. Algunas respuestas están en la madera como principal material de construcción ecológico.
Gracias a la certificaciones para uso estructural de la madera, la arquitectura está evolucionando con soluciones de innovación ecológicas. Un ejemplo es el muro cortina de madera. Se trata de una alternativa natural a otros materiales de construcción no sostenibles, como el acero o el hormigón, tradicionalmente utilizados en este tipo de proyectos de fachada ligera interior.
El muro cortina de madera ya es posible gracias a VIGAM, la única viga laminada de roble del mundo con marcado CE estructural, diseñada y fabricada por GRUPO GÁMIZ. Estas son las ventajas de este material natural a la hora de construir un muro cortina:
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Un muro de cortina ecológico y sostenible
La madera es el material ecológico y natural por excelencia. Su uso sostenible garantiza el desarrollo de masas forestales en todo el mundo. Apenas se usa energía en su obtención, todo lo contrario de lo que sucede con otros materiales menos sostenibles, cuyos costes de producción son muy elevados y, por tanto, hacen que su huella de carbono sea realmente preocupante.
No obstante, es preciso asegurarse del origen sostenible de la madera utilizada. Para ello, es imprescindible contar con los certificados de sostenibilidad más importantes —y de más garantía— a nivel mundial, como FSC o PEFC.
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Estética y belleza
La frialdad de los metales y las diversas aleaciones pueden ser atractivas para muchos paladares (sobre gustos no hay nada escrito), pero en cuestiones estéticas, la madera no tiene rival. Lo natural se convierte en emocional, en calidez, en un sentimiento acogedor y, en la mayor parte de las ocasiones, en sensaciones de pura belleza.
Los certificados de uso estructural de la madera de calidad, así como sus propiedades ecológicas y sostenibles, han devuelto a la madera a un lugar principal en la mente de arquitectos y diseñadores. Es el caso de los muros de cortina de madera cien por cien, sin necesidad de revestimiento alguno, una realidad cada vez más presente en sus proyectos.
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Aislante natural
En contrapartida a otros materiales de construcción no sostenibles, la madera, por sí misma, es un aislante natural. Sin intervenciones de ningún tipo, la madera controla la humedad gracias a sus cualidades higroscópicas. Es decir, regula la humedad en su interior: en verano proporciona humedad al ambiente y en invierno la absorbe. Una condición innata que supone grandes dosis de ahorro y bienestar solo por elegirla como material.
Esta capacidad, por añadidura, permite mejorar la calidad del ambiente, neutralizando malos olores, renovando el aire e incluso absorbiendo sustancias tóxicas.
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Muy resistente al fuego
La madera posee una paradoja muy atractiva para arquitectos y constructores. Es un excelente combustible, sí, pero al mismo tiempo su comportamiento en construcción es similar al de materiales no combustibles.
Esto sucede porque su baja conductividad térmica hace de la madera un material que resiste muy bien la penetración del fuego, posibilitando que mantenga sus propiedades físicas o mecánicas mucho mejor que la mayoría de materiales de construcción. Es decir, no solo arde menos, sino más lentamente.
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Mantenimiento
La calidad certificada de las vigas laminadas de GRUPO GÁMIZ permite a los proyectos realizados con VIGAM simplemente brillar por sí mismos. No es necesario ningún mantenimiento en cuestiones estructurales ni, por supuesto, estéticas. Algo que no sucede, por supuesto con metales y derivados, en donde los efectos de la corrosión obliga a invertir periódicamente en su limpieza, protección e incluso restauración.
En definitiva, el muro de cortina de madera es una respuesta ecológica, práctica, estética, resistente y eficaz para arquitectos que quieren dejar en sus proyectos la huella de la arquitectura sostenible.