La arquitectura es clave en la economía circular
La principal característica de esta estrategia de protección del medioambiente es que los residuos no existen: son recursos.
La economía circular es un concepto de consumo basado en la no generación de residuos (Zero Waste). Se trata de poner en práctica la versión opuesta al “usar y tirar”. Su ideal es que cada cosa que se utiliza (se consume), al final de esa vida útil pueda ser reutilizada, reciclada o reconvertida. Salir del círculo supone un fracaso: es convertir ese producto, precisamente, en un deshecho.
Son cada vez más las empresas y sectores que están comprendiendo que el actual modelo de consumo es inviable para el buen estado del planeta y, en consecuencia, para garantizar nuestra supervivencia y la del resto de seres vivos. La arquitectura sostenible trata de encontrar nuevos caminos de diseño y construcción que ayuden a proteger el medioambiente y, de paso, mejoren los hábitos de vida de las personas.
Cómo entrar en el círculo de la sostenibilidad
El gran interrogante que se suscita en la profesión es si en la práctica es posible desarrollar una economía circular en arquitectura. Para contestar a esto muchos arquitectos empiezan a centrar gran parte de su atención en el elemento indispensable para cualquier proyecto que quiera hacerse realidad: los materiales de construcción.
Quizá no estemos aún preparados para diseñar edificios con absolutamente todos los elementos susceptibles de ser reutilizados. De hecho, a día de hoy el 54% de los materiales de demolición no se reutilizan, sino que van a parar directamente al vertedero. Pero todo apunta a que en el futuro se construirá de otra forma muy diferente. La senda empiezan a marcarla claramente la conciencia ecológica de la sociedad, las legislaciones mundiales y la escasez de algunos materiales.
Empecemos, como siempre, por la madera
La madera lleva haciendo evolucionar la arquitectura prácticamente desde sus orígenes. Hoy se convierte, de nuevo, en el material de construcción indispensable, en la innovación sostenible que impulsa este arte hacia sus metas ecológicas.
La madera es, en sí misma, un recurso natural. Sus cualidades intrínsecas como materia orgánica la presentan como el material sostenible por excelencia: reciclable, reutilizable, reconvertible. Utilizar elementos de madera en construcción es un primer y gran paso para integrar a la arquitectura en la economía circular.
La buena noticia es que las ventajas de la madera aumentan con sus propiedades estructurales, que permiten que muchos productos tradicionalmente considerados como decorativos cobren ahora una importancia mayor como elementos de construcción.
VIGAM: la única viga laminada de roble del mundo con marcado CE estructural
La madera certificada de uso estructural es una solución sostenible para arquitectos creativos y respetuosos con el medioambiente. Con VIGAM, la única viga laminada de roble con marcado CE estructural, fabricada y distribuida en exclusiva por GRUPO GAMIZ, es posible diseñar, por ejemplo un muro cortina de madera sin necesidad de acero o aluminio.
Con esta opción los profesionales logran fachadas ligeras con interiores más cálidos y bellos, con la elegancia y personalidad natural que solo es capaz de aportar la madera.
Lo más importante es tener la visión de que es posible cambiar el mundo y actuar en consecuencia. Muchos arquitectos ya lo hacen cada día, confiando, como la arquitectura lleva haciendo 12.000 años, en la madera como el material de construcción más fiable para proyectos con aspiraciones de calidad.