Rodearte de madera es bueno para tu salud, tus emociones y tu creatividad
Un estudio revela que la covid y otros coronavirus sobreviven mucho menos tiempo sobre la madera que en contacto con el plástico, el acero inoxidable o la mampostería.
Es una sensación que el ser humano lleva experimentando desde hace siglos. La madera nos sienta muy bien. Su belleza natural, el aroma, el tacto, la noción de vida que transmiten un bosque o un simple árbol son evocaciones que heredan los elementos construidos con ella, ya sean muebles, puertas, ventanas, juguetes, vigas o edificios en general.
Esta intuición colectiva sobre las bondades de la madera, que por fortuna va cobrando forma consciente poco a poco en todos los ámbitos, incluida la arquitectura sostenible, se ve refrendada por un interesantísimo informe que nos hace llegar Stora Enso, fabricante de soluciones renovables en madera y papel para construcción y embalaje: 10 razones por las que las construcciones de madera son buenas para ti.
Una investigación realizada en colaboración con la Universidad Técnica de Múnich
Este estudio ha corrido a cargo de un equipo de la Cátedra de Estructuras de Madera y Construcción de Edificios de la Universidad Técnica de Múnich, y ha consistido en una recopilación bibliográfica de un gran número de publicaciones científicas sobre el tema.
En total se han revisado más de 116 artículos publicados en medios de relevancia, y sus conclusiones pueden ser resumidas en tres grandes ventajas de la madera sobre nuestra vida: la madera protege nuestra salud, mejora nuestro estado de ánimo y nos estimula intelectualmente.
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La madera es salud
La madera como materia prima más segura contra la covid-19 es una conclusión que destaca en estos tiempos de pandemia, pero no la única. Si bien es cierto que los coronavirus permanecen sobre superficies de madera solo 12 horas, en comparación con las 96 horas que puede llegar a permanecer en el plástico, en acero inoxidable o en mampostería, es recomendable no bajar la guardia en hábitos como la higiene de manos y la prevención de riesgos en general.
Por otra parte, el informe de Stora Enso y la Universidad de Múnich recoge casos que demuestran que vivir, trabajar o incluso estudiar en edificios de madera contribuye a disminuir la presión arterial y la frecuencia cardiaca de las personas.
Al mismo tiempo, las personas expuestas a entornos de madera aumentan su actividad de las células NK, células del sistema inmunitario cuya misión es destruir células infectadas en nuestro organismo.
Finalmente, de esta investigación también se desprende que la madera mejora la calidad del aire allí donde se encuentra, y que contribuye a conservar el rango de humedad más saludable (entre 40% y 70%).
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La madera mejora nuestro estado de ánimo
El poder benefactor de la madera afecta también a nuestras emociones, es decir, a nuestra salud mental. Aparte de las respuestas positivas que la mayoría de nosotros experimentamos de forma consciente ante la madera (aroma, calidez, belleza natural), el estudio recoge conclusiones como que exponerse a entornos de madera mejora nuestro humor.
También se citan pruebas obtenidas en entornos domésticos, escuelas u hospitales que demuestran que la madera reduce el estrés y contribuye a nuestro bienestar. En concreto, la investigación alude a un experimento en un instituto oncológico de Bratislava. Tras someter a las personas a exámenes en diferentes estancias del hospital, se concluyó que el nivel de cortisol (la hormona responsable del estrés) disminuyó un 7,5% cuando los participantes se encontraban en la sala de espera, recientemente reformada con madera.
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La madera nos ayuda a ser más creativos
Finalmente, en esta interesante recopilación de estudios científicos sobre lo bien que le sienta la madera a nuestra vida, aparecen experimentos relacionados con la creatividad, la concentración y la productividad. En todos ellos la madera actúa como un potente estimulante natural del ingenio, que perfecciona las aptitudes intelectuales y la capacidad de tomar decisiones creativas.
En este sentido, se mencionan de forma concreta los aspectos positivos de la madera, demostrados a través de experimentos y comparativas, en el rendimiento de los alumnos en las escuelas en las cuales este material es predominante.
Ser conscientes ayuda a mejorar los hábitos
En general, ser conscientes de un problema nos ayuda a mejorar, y desprenderse de un mal hábito acostumbra a facilitar la adquisición de uno más beneficioso. A modo de ejemplo, incorporar el deporte a nuestra vida es mucho más fácil si se deja de fumar, y a la inversa.
Una vez conscientes del peligro para nuestro mundo de seguir con el actual modelo de consumo, el nuevo buen hábito en arquitectura, construcción e interiorismo es apostar por la madera. Puede parecer irónico, pues es el material natural que lleva acompañando a las construcciones del ser humano desde la Prehistoria, pero es un hecho que la arquitectura sostenible necesita soluciones sostenibles, y en esa aspiración la madera está recuperando un papel primordial.
Algunos países, algunas culturas, ya tienen interiorizados los productos de madera como fieles cómplices de diseño, funcionalidad y creatividad. Otros están en ello, pero gracias a las certificaciones cada vez están más presentes las cubiertas de madera, o los pilares, y cada vez nos encontramos más fachadas elegantes, cálidas y bellas gracias al muro cortina de madera.
Al mismo tiempo, la fórmula innovación, ecología y madera genera recursos tan increíbles como la madera acetilada ACCOYA®, un material de rendimiento portentoso en exterior, con 50 años de garantía por escrito.
En resumen, celebramos esta interesante investigación que pone de relieve lo que muchos amantes de la madera sabemos desde hace tiempo: la vida, con madera, es mucho mejor.
Si te interesa conocer el estudio completo de Stora Enso, puedes descargártelo aquí